Ojalá y podamos, algún día, hacer las cosas que más nos placen de manera natural, o mejor, autónoma, sin la absurda pretensión de ser todos idénticos. Ya sabes... siempre están los demás ahí, observando cada paso, con toda la jurisdicción que tienen por el simple hecho de ser prójimos. Y su mirada te toca, duele, o al menos molesta justo ahí donde no podemos hacer nada al respecto. Apenas y podemos soportarlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario